viernes, 13 de marzo de 2009

Un refugio donde no haya nada.

Hoy me refugio en un mar de palabras
a falta de todo para aguardar
el último beso de nada.

Hoy me refugio en la poesía,
y en cada letra que sale del corazón
y forma una mancha de tinta.

Hoy, busco mi escondite bajo la lluvia,
allí dónde no mojen mis lágrimas
y mis besos no sepan a ron.

Hoy me refugio en mis propias venas
repletas de palabras y amor.

Hoy intentaré refugiarme en ti;
préstame la llave de tu alma,
no se la daré a nadie
sólo a mis lágrimas.

1 comentario:

Juan Antonio dijo...

Muy buen poema Pablo, muy bueno.